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Edificios nZEB o estándar passivhaus. Cómo es de importante la calidad del aire en el interior de los edificios

08-04-2020
Edificios nZEB o estándar passivhaus. Cómo es de importante la calidad del aire en el interior de los edificios

¿qué es un edificio nZEB/estándar Passivhaus?

Cuando hablamos de edificios de consumo de energía casi cero (nZEB - nearly Cero Energy Building) o de estándar Passivhaus, nos referimos a edificios que son energéticamente muy eficientes, es decir, que consumen muy poca energía, generada en gran parte por fuentes renovables, y a la vez, proporcionan un confort interior óptimo. En los últimos años hemos oído mucho a hablar sobre ellos, pero todavía son muy pocos los edificios que cumplen con estas exigencias. Por eso, hoy os queremos hablar sobre esta tipología de edificio pasivo, especialmente sobre cómo se mejora la calidad del aire en su interior.

Antes, pero, os queremos explicar resumidamente cuáles son los principios en que se fundamenta este edificio eficiente y pasivo:

El primer aspecto tiene que ver con el proceso de diseño. Para conseguir todos los requisitos y cumplir con los mínimos de una vivienda pasiva, el proceso de diseño del edificio tiene que ser minuciosamente detallado y los criterios utilizados tienen que proporcionar: por un lado, un excelente acondicionamiento térmico, conservando y aprovechando el calor absorbido en invierno y minimizando y disipando la incidencia solar en verano. Y, por el otro, una casi perfecta hermeticidad.

Para conseguir un buen diseño se usan estrategias que mejoran el confort y reducen las demandas de energía. Primeramente, encontramos los sistemas pasivos, aquellos que no requieren energía, y que son primordiales puesto que, si se diseñan y ejecutan bien, proporcionan una eficiencia energética excelente. Estos sistemas pasivos son: el aislamiento térmico continuo en toda la envolvente, la estanqueidad del edificio mediante una capa interior continúa, el uso de carpinterías de alta eficiencia, la minimización de los puentes térmicos y el uso de protección solar, entre otros.

Por otro lado, los sistemas activos, aquellos que sí requieren energía, tienen que ser altamente eficientes, tienen que utilizar fuentes de energías renovables y a la vez tienen que poder ser generadores de energía: instalaciones de climatización, ventilación mecánica, iluminación, ACS, etc.

Por último, pero no menos importante, el control de ejecución de obra tiene que ser muy riguroso y tiene que estar muy bien planificado. De nada servirá diseñar bien el edificio si a la hora de ejecutarlo no se toman las medidas adecuadas.

Resumiendo, esta tipología de edificio implementa tanto medidas que reducen las demandas de energía como medidas que mejoran su confort interior. Tenemos que remarcar, pero, que vivir en una vivienda nZEB, no solo es respetuoso con el medio ambiente, sino que mejora cualitativamente el bienestar de sus habitantes.

 

la calidad del aire interior a nuestras viviendas

Como acabamos de comentar, hay varios factores imprescindibles para cumplir los estándares de un edificio eficiente y confortable, pero queremos tener en especial consideración la calidad del aire que respiramos diariamente en el interior de nuestras viviendas.

El aire es vida, y en las últimas décadas el ser humano no es consciente como es de importante. A causa de esta ignorancia, el calentamiento global es tan obvio y acentuado y el cambio climático es tan evidente, causando múltiples problemas de salud. Aun así, en la actualidad, los humanos pasamos la mayoría de nuestro tiempo en el interior de edificios, ya sea casa nuestra, la escuela, el despacho, etc., y por este motivo es crucial no solo velar por la calidad del aire exterior sino también disponer de una calidad del aire interior adecuada.

Desde siempre, la manera de ventilar nuestras viviendas y expulsar el aire interior viciado, contaminado por el mismo uso de la vivienda entre otros muchos factores, ha sido la ventilación natural, que se traduce en el simple gesto de abrir una ventana. También existe otro tipo de ventilación natural bastante desconocida pero muy habitual, la ventilación por infiltración, que permite la entrada de aire en nuestras casas mediante defectos constructivos de los edificios, como por ejemplo carpinterías mal ajustadas o pasos de instalaciones mal sellados. La ventilación natural, pero, presenta una doble problemática:

  1. Cuando ventilamos de forma natural, el aire que utilizamos es el aire del exterior, que presenta unas elevadas concentraciones de polución, sobre todo en las ciudades. A pesar de que conseguimos expulsar el aire viciado, dejamos entrar aire contaminado.
  2. No solo dejamos entrar aire contaminado, sino que expulsamos unos flujos de aire interior climatizado y los intercambiamos por flujos de aire de fuera que tendremos que volver a climatizar, derrochando energía.

Por otro lado, existe la ventilación mecánica que, mediante un sistema de conductos y elementos conectados en la red eléctrica, permite ventilar el interior de un edificio. Con la ventilación mecánica reemplazamos el aire interior viciado de manera continua, expulsando los contaminantes existentes e impedimos que el aire contaminado exterior entre en nuestras casas. De esta forma, la energía generada por nuestros sistemas de climatización no és disipada cuando abrimos las ventanas.

¿Llegados a este punto, hacemos bien de seguir ventilando nuestras viviendas de forma natural hoy en día? Teniendo en cuenta los dos sistemas de ventilación, podemos llegar a la conclusión que la ventilación natural es poco eficiente y confortable, incluso poco saludable actualmente, y que para mejorarlo podríamos pensar en utilizar una ventilación mecánica, tal como plantea como imprescindible el estándar passivhaus.

¿Pero todo esto que implica? Primero, tendríamos que disponer de una instalación de ventilación mecánica en nuestra vivienda, y segundo, las viviendas tendrían que ser lo más herméticas posible, para evitar pérdidas térmicas por infiltraciones y optimizar el sistema de ventilación mecánica instalado. De esta forma estaríamos obteniendo un confort óptimo en términos de calidad de aire, un ahorro de energía, una mejor insonorización y no solo esto, sino que también estaríamos mejorando nuestra calidad de vida en otros muchos aspectos, aunque no seamos conscientes.

 

la realidad de los edificios existentes

La Directiva Europea 2010/31/EU establece que a partir del 31 de diciembre de 2018 todos los edificios nuevos, propiedad de autoridades públicas tienen que ser edificios de consumo de energía casi cero. Se establece también que a partir del 31 de diciembre de 2020 todos los edificios nuevos tienen que ser edificios de consumo de energía casi cero.

Aun así, la gran multitud de edificios existentes en Cataluña y en Europa en general, evidentemente no tienen cabida dentro de esta directiva. Además, cuando rehabilitamos nuestras viviendas, poco pensamos en añadir la instalación de un sistema de ventilación mecánica, que incrementaría los costes, si podemos ahorrárnosla. Pero la realidad es que, si queremos conseguir que una vivienda sea lo más eficiente y confortable posible, ayudando a que nuestra calidad de vida sea mejor, este hecho parece ser indispensable.

Parece que cada día estamos algo más cerca de conseguir que nuestra casa sea la casa de nuestros sueños, sostenible y confortable, pero todavía estamos lejos de llegar al nivel deseado. Aun así, tenemos que seguir trabajando para hacer que el mundo sea un poco mejor.

 

 

Texto por: Alexandra Fernàndez. Arquitecta Técnica
Fotografía: Adrià Goula - Casa LLP, Alventosa Morell Arquitectes.